El inicio del promocionado programa de almuerzo y merienda escolar del Gobierno Nacional, Hambre Cero, presenta una serie de supuestas deficiencias y presuntas irregularidades en su entrega a las instituciones educativas del Departamento de Itapúa.
De acuerdo a las denuncias, algunas escuelas ya se quedaron sin insumos para el almuerzo en el tercer día y en otras fueron entregados los alimentos empaquetados con importantes faltantes (contenían solamente un coquito, un palito y dos chipitas), situación que generó indignación en la comunidad educativa. Incluso, la docente que denunció luego fue amenazada.
Al respecto, la Gobernación de Itapúa, en su carácter de ejecutor del programa, prometió ser implacable en la exigencia a las empresas proveedoras para el estricto cumplimiento de las obligaciones asumidas y la correcta ejecución del programa.
Este grave hecho en particular se registró en una institución educativa del distrito de Cambyretá y generó un gran escándalo en la comunidad e incluso la docente que denunció esta irregularidad recibió amenazas de sumarios de parte de la cartera educativa, denunciaron.
La denuncia señala que en dicha escuela llegaron los paquetes de la merienda escolar, pero prácticamente varios.
Los paquetes tenían dos chipitas en vez de cuatro, mientras que los palitos se presentaban solamente una unidad por paquete, hecho que causó indignación de los docentes y padres de familia.
A pesar de la millonaria inversión del Gobierno Nacional en el programa Hambre Cero, el inicio del año lectivo en Cambyretá y otras comunidades de Itapúa estuvo marcada por polémica.
Además de Cambyretá, otras escuelas de los municipios de Natalio, Capitán Meza y Edelira también tuvieron inconvenientes.
Los insumos para el almuerzo escolar llegaron tarde e incluso, algunas escuelas ya quedaron sin los insumos en el tercer día.
En lo que concierne al problema detectado en la escuela de Cambyretá, donde la merienda escolar no tenía las porciones mínimas de alimentos según lo establecido, los productos empaquetados fueron suministrados por la empresa La Madrid SA, propiedad de la familia del diputado Pedro Gómez Silva (PLRA), según se consta en los envoltorios. En otro de los envoltorios se observa el nombre de la empresa Villa Madrid SA.