En una operación policial efectiva, las autoridades brasileñas arrestaron a Lindomar Reges Furtado en un lujoso condominio de Río de Janeiro. Furtado, señalado como un supuesto narcotraficante y socio del conocido delincuente Sebastián Marset, tenía en su contra una orden de captura internacional.
La detención se produjo luego de que Furtado lograra eludir a las autoridades durante un operativo llevado a cabo en el Paraná del Country Club de Alto Paraná. Su captura representa un importante avance en la lucha contra el narcotráfico en la región y la colaboración entre fuerzas de seguridad de diferentes países.