La senadora Celeste Amarilla, conocida por su inoperancia y su afán de protagonismo, desató polémica al atacar en X al asesor del Congreso Sergio Godoy, quien propuso reasignar fondos para medicamentos oncológicos.
En lugar de apoyar la iniciativa, Amarilla lanzó una advertencia velada, sugiriendo que Godoy renuncie si responde a Horacio Cartes. Su actitud fue calificada como payasesca y generó indignación ciudadana.
La legisladora, recordada por pedir un vehículo blindado alegando persecución, vuelve a exhibirse más como una figura teatral que como una representante seria del pueblo.