Ciudad del Este llega a su 68º aniversario gravemente herida por la corrupción y el abandono. El intendente Miguel Prieto, con más de 42 denuncias, sigue impune gracias a un sistema judicial cómplice, mientras fiscales y jueces garantizan la protección de los corruptos.
El movimiento “Yo Creo” se consolidó como un antro de delincuentes, utilizando chicanas para evadir la justicia. CDE está devastada: deuda, basura, calles destruidas y un transporte en ruinas.
Sin obras que marquen su historia, solo queda el recuerdo del monumento masón, derribado por la indignación ciudadana.