La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) vuelve a quedar bajo fuerte cuestionamiento tras revelarse una presunta licitación amañada en la adjudicación del espectro 5G a la firma argentina Nubicom SRL, que habría presentado datos falsos sobre su cantidad de clientes para cumplir los requisitos del pliego.
El contrato exigía 100.000 abonados activos, pero informes indican que la empresa tendría menos de 40.000, lo que configuraría una violación a las bases del concurso.
Mientras tanto, CONATEL —considerada por numerosos comunicadores como la peor institución pública del sector— no realiza controles efectivos para proteger a los propietarios de radios legalmente establecidas, permitiendo que el país esté minado de emisoras clandestinas, especialmente en las zonas fronterizas con Argentina y Brasil.
La Contraloría y el ente regulador argentino ENACOM fueron requeridos para aclarar las irregularidades, en medio de crecientes sospechas de favoritismo político y negligencia institucional en el manejo del espectro nacional.






