Un tribunal de sentencia condenó a Armando Javier Rotela, líder del conocido Clan Rotela, a 21 años de prisión, más 9 años como medida de seguridad, por liderar una red de tráfico de drogas que operaba desde la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. El fallo fue unánime y se suma a una condena previa que ya sumaba 23 años de cárcel y 8 años de medidas de seguridad, lo que extiende su permanencia tras las rejas hasta el año 2046.
La red delictiva
La investigación, iniciada en 2021 durante la pandemia, reveló que Rotela continuaba dirigiendo actividades ilícitas desde su celda en Tacumbú. Según la Fiscalía, el ahora condenado utilizaba a guardiacárceles y otros cómplices para facilitar la entrada de drogas y armas de fuego al penal, así como para comercializar sustancias ilegales en el exterior.
Entre los implicados también fueron condenados:
– Vicente Ignacio Chase, alias Peko o Petiso.
– Carmen Carolina Ortiz, pareja de Chase.
– Christian Mario Martínez Medina, guardiacárcel de Tacumbú.
– Juan Javier Rodas Román, Fredy Magdaleno Pérez, Carlos Damián Fernández González y Ronald Herminio Cantero Solís.
Las pruebas y la defensa
La Fiscalía, representada por los agentes Christian Ortiz y Luis Said, presentó pruebas contundentes obtenidas mediante interceptaciones telefónicas autorizadas judicialmente. Estas grabaciones demostraron cómo Rotela coordinaba las operaciones ilícitas desde la prisión.
En su defensa, Rotela alegó que no se le encontraron drogas ni celulares en su poder y afirmó que no existían pruebas suficientes en su contra. Sin embargo, el tribunal rechazó sus argumentos y consideró las pruebas presentadas por la Fiscalía como determinantes para la condena.
Antecedentes penales
Esta no es la primera condena para Rotela. En abril de 2024, una jueza unificó dos sentencias previas en su contra, sumando 23 años de cárcel y 8 años de medidas de seguridad. Estas condenas incluían una pena de 19 años de prisión y 8 años de medidas de seguridad, más otra de 8 años de cárcel por delitos relacionados. Con la nueva sentencia, Rotela deberá cumplir un total de 44 años de prisión, lo que prácticamente significa cadena perpetua.
Impacto del caso
Este caso expone las graves falencias en el sistema penitenciario paraguayo, donde líderes delictivos como Rotela logran mantener sus redes criminales activas incluso desde la cárcel. La condena es un paso importante en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción dentro de las prisiones, aunque también pone en evidencia la necesidad de reformas profundas para evitar que hechos similares sigan ocurriendo.
Las autoridades celebraron el fallo y reiteraron su compromiso de seguir combatiendo el crimen organizado en todas sus formas. Mientras tanto, Rotela y sus cómplices deberán enfrentar las consecuencias de sus actos tras las rejas.