El excuñado del fallecido líder de sicarios Marcio Ariel Sánchez, alias Aguacate, fue asesinado en la noche del martes al ser emboscado cuando se dirigía a la casa de su madre, en Capitán Bado, departamento del Amambay. Se trata de Sabino Ramón Vargas Armoa más conocido como Guavirú, quien contaba con orden de captura emanada de la fiscal Mirtha Martínez como sospechoso del crimen de Aguacate, pero que no figuraba en los registros de la Policía Nacional.
El hecho ocurrió específicamente en Colonia Aguará, a 50 kilómetros de Capitán Bado. La víctima del atentado recibió 24 impactos de bala de una pistola calibre 9 milímetros, según las primeras informaciones proporcionadas por el fiscal Hernán Mendoza.
“Hasta anoche en la consulta del sistema informático la Policía Nacional no registraba la orden de captura que tiene, consultada con mi colega la agente fiscal Mirtha de Pedro Juan Caballero, efectivamente ordenó la detención preventiva de esta persona sospechada como uno de los involucrados en el hecho “, dijo el fiscal Mendoza
Dijo que el día de ayer Vargas Armoa fue víctima de homicidio doloso, cuando estaba caminando para visitar a su madre en horas de la noche y aparentemente dos personas lo interceptaron en la vía pública y lo acribillaron. “Sucedió en un camino vecinal donde por las características del hecho aparentemente dos personas salieron a emboscarlo y terminaron con su vida. Recibió en total 24 impactos de arma de fuego de 9 mm y en el lugar se recogieron 27 vainillas servidas percutidas”, detalló.
El fallecido estaba residiendo en esa comunidad, pese a contar con orden de captura, aunque aparentemente no fue ingresado en el sistema de rastreo policial. “Tengo acá la consulta del día de ayer que esa orden de captura no estaba cargada en el sistema informático. Por eso que consulté con mis colegas de Pedro Juan Caballero y la fiscal no pudo enviarme el oficio, pero en la fecha me estará remitiendo que ella sí tiene la orden de constancia que se libró la orden de captura de esta persona y de otras más”, indicó.
Explicó que en junio ya se habría ordenado la aprehensión, pero a cinco meses el sujeto seguía con libre tránsito en la zona. “Justamente el jefe de Investigaciones de la oficina regional de Capitán Bado me envió por WhatsApp los datos personales y la consulta en el sistema informático donde no figura él”, ratificó.