Durante un operativo Militar-Policial denominado «Veneratio» llevado a cabo desde la madrugada del lunes, el Gobierno Nacional recuperó el control total de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú que estaba en manos de criminales. Durante el operativo fueron trasladados 700 reclusos, entre ellos el líder del «Clan Rotela», Armando Rotela. El procedimiento se cobró la vida de 11 reclusos y un agente del Grupo Lince, además dejó a 28 policías y dos militares heridos.
Según los datos, 700 personas privadas de libertad fueron trasladadas, en 18 colectivos, a unidades militares en donde serán inspeccionadas e identificadas mediante el Sistema AFIS de la Policía Nacional, para luego ser redistribuidas a otras penitenciarías del país. Seis (6) reos fueron trasladados a la Agrupación FOPE.
Durante el operativo fueron aprehendidas 52 personas, de las cuales 4 son varones y 48 mujeres, que fueron distribuidas en el Departamento de Seguridad Turística, Comisaría 4ª y Comisaría 21ª de Asunción. Además, fueron asistidos 28 personales policiales y 2 militares con heridas delicadas, quienes se encuentran en el Hospital de Policía «Rigoberto Caballero».
FALLECIDOS
El operativo dejó como saldo fatal un policía abatido, se trata del Suboficial Ayudante Martín Medoza, con destino al Grupo Lince. Asimismo 11 reclusos fallecieron durante la incursión, y ellos son Fernando Antonio Vera Mareco (26), Hugo Javier López Godoy (25), José Miguel Servín Ortiz (33), César Daniel Núñez Montequia (34), Joel Sebastián Ríos Trinidad (23), Felipe Israel Fretes Bogado (31), Mirne Gabriel Riveros Miranda (26), Misael Paniagua Torres (28), Guillermo Félix Manuel González Arce (42), Marcelo David Cristaldo Rojas (32) y David Nelson Riveros (27).
El ministro de Justicia, Angel Barchini, indicó que se pudo constatar que los reclusos que responden al Clan Rotela tenían en su poder armas, por lo que mantenían el control en parte del penal, desde hace meses. Esto se pudo desbaratar.
En la operación policial-militar se incautaron armas de fuego tipo fusiles, escopetas, revólver, pistolas y municiones de distintos calibres, vainillas servidas y percutidas, explosivos tipo dinamita en gel y de fabricación casera tipo molotov, armas blancas, sustancias estupefacientes y teléfonos celulares.
Todo el procedimiento se realizó con el acompañamiento del Ministerio Público y con respeto absoluto a los derechos humanos de las personas privadas de libertad, según informaron los intervinientes.
