José Espínola, representante del sindicato de trabajadores del sector, señaló que existe un “leve esperanza” de que puedan regresar a sus puestos de trabajo, pero insistió en la necesidad de ciertas condiciones y mejoras antes de que ello ocurra.
“Acá nosotros pedimos garantías para entrar y hay una conversación directa con los superiores nuestros. Hay un nivel de esperanza para superar esto, pero tiene su proceso. Nosotros vamos a seguir afuera en vigilia y vamos a insistir por una solución a todo esto. Hay muchos ítems que tenemos que ir solucionando”, afirmó Espínola, en entrevista con la emisora 1080 AM.
El principal punto de preocupación para los guardiacárceles es la seguridad, y Espínola enfatizó que necesitan garantías de que podrán trabajar en condiciones similares a las que tenían hace dos o tres años. Además, señaló la necesidad de renovar y mejorar la infraestructura del penal, incluyendo sistemas eléctricos, circuito cerrado de televisión y conectividad WiFi.
En cuanto a la problemática de actividades ilícitas dentro del penal, como la venta de drogas, alcohol y prostitución, Espínola reconoció su existencia, pero se abstuvo de dar nombres o detalles. Argumentó que la infraestructura actual no es adecuada para controlar estas situaciones.
Los guardiacárceles dejaron de ingresar a Tacumbú tras el incidente de la semana pasada, en el que los reclusos tomaron el control del penal durante casi un día. La situación ha generado una gran preocupación en la comunidad carcelaria y entre las autoridades, quienes ahora se enfrentan al desafío de restaurar la seguridad y la normalidad en el penal.