En una histórica medida promulgada por el Poder Ejecutivo el pasado 5 de abril, el proyecto de «Hambre cero en las escuelas» se convierte en una iniciativa destinada a cambiar radicalmente el panorama para los niños del país. Impulsada por el gobierno nacional, esta política promete generar un impacto trascendental, especialmente en las zonas más vulnerables, donde la alimentación escolar a menudo constituye la única fuente de alimento diario para muchos niños.
El Ministro de Desarrollo Social (MDS), Tadeo Rojas, destacó el compromiso del gobierno con este proyecto, considerándolo como un hito que influirá en múltiples aspectos, pero sobre todo en la vida de los niños de las áreas más necesitadas. Rojas enfatizó que esta medida garantizará una alimentación adecuada en cantidad y calidad, lo que a su vez permitirá el acceso a una mejor educación y, consecuentemente, mayores oportunidades para las futuras generaciones.
El funcionario lamentó los intentos de desinformación que rodearon la iniciativa, desmintiendo afirmaciones de que afectaría a programas como el de «Arancel cero» y otros relacionados con la investigación. Aclaró que los recursos necesarios provendrán del tesoro nacional, asegurando la continuidad de dichos programas.
La promulgación de «Hambre cero» marca un hito significativo en el camino hacia la mejora de la alimentación en las instituciones educativas. Rojas destacó el trabajo interinstitucional realizado en los últimos meses para planificar y poner en marcha el programa de manera gradual.
«El impacto será fenomenal», afirmó Rojas, resaltando que el objetivo principal es focalizarse en los departamentos con mayor índice de pobreza. Esta nutrición mejorada no solo contribuirá al aprendizaje de los niños, sino que también combatirá el ausentismo y la deserción escolar. Además, se espera que tenga un impacto positivo en la economía y contribuya a la reducción de la pobreza extrema.
En resumen, «Hambre cero en las escuelas» representa un paso fundamental hacia un futuro más prometedor para los niños del país, ofreciendo no solo alimento, sino también esperanza y oportunidades para un desarrollo pleno.
