El lunes deberá comenzar el juicio oral y público donde será juzgada la conocida influencer esteña Milka Portillo, recientemente condenada por apropiación. En esta ocasión está acusada por maltrato infantil y tentativa de homicidio, según el documento fiscal. Las principales víctimas son sus dos hijas menores.
La investigación del caso estuvo a cargo de la fiscal de la unidad especializada en hechos punibles contra niños y adolescente, Vivián Coronel. La principal acusada es Milka Andrea Portillo, conocida en las redes sociales por sus famosos vídeos de piropos que realizaba en el centro de Ciudad del Este.
La pesquisa fiscal contra la misma comenzó cuando se accedió a videos de cámaras de seguridad de la propia vivienda de la hoy acusada donde se observaba que misma maltrataba verbal y físicamente a sus dos hijas menores. En su momento el hecho causó una indignación colectiva a nivel país, al punto de que se exigía que directamente perdiera la patria potestad de sus hijas menores.
La fiscalía había imputado y ordenado la captura de la misma, pero luego fue nuevamente beneficiada con medidas, pues las criaturas aún necesitaban a su madre. En su acusación la representante del Ministerio Público asegura que existen pruebas suficientes contra la mujer mencionando que las víctimas en su declaración ante los profesionales en la cámara gesell relataron pormenorizadamente de cómo se sucedieron los hechos.
“Sobre la base de lo mencionado, esta representación considera que, en la etapa preparatoria, se obtuvieron elementos de convicción idóneos para sostener la participación de la acusada Milka Andrea Portillo de Holnik, en la comisión del hecho punible de maltrato de niño bajo tutela”, dice una parte del documento fiscal.
Finalmente, la fiscal Vivián Coronel acusa a la influencer por los supuestos hechos punibles contra niños y adolescentes y homicidio doloso en grado de tentativa, esto según la acusación número 13/24 firmada por la representante del Ministerio Publico.
Cabe recordar que recientemente la misma ya fue condenada a dos años de prisión con suspensión a la ejecución de la condena por un hecho de apropiación, donde el denunciante fue su ex pareja, un ciudadano libanés de quien había llevado dinero y joyas, según se confirmó durante el juicio oral y público.
