Una gran cantidad de armas cortas y largas, algunas de ellas automáticas de grueso calibre, cientos de cartuchos vivos y algunos servidos, a más de tres vehículos, fueron encontrados en una casa en el barrio Solaris de Katueté, Canindeyú. Aparentemente, la propiedad allanada por efectivos del departamento de Investigaciones era utilizada como depósito por una organización criminal dedicada al tráfico internacional de armas, según informaron.
El jefe de Investigaciones de Canindeyú, comisario principal José Delgado comentó que oficiales a su mando fueron alertados por los vecinos de movimientos raros y muy sospechosos en horas de la noche y la madrugada en la propiedad en la que se encontró el arsenal.

Ante esto, los investigadores comenzaron vigilar la residencia con drones, pero nunca llegaron a captar más que la presencia de vehículos de alta gama estacionados en el patio y en uno de los garajes.
Al mismo tiempo, otro grupo de agentes averiguaba a quién pertenecía la casa. Al parecer, es de un paraguayo de origen brasileño identificado como Clove Luiz Sritzen (37), quien se encuentra con paradero desconocido.
Las evidencias incautadas en el allanamiento en Canindeyú

Finalmente, en la mañana de hoy, los investigadores encabezados por el fiscal Óscar Paredes irrumpieron en la propiedad con una orden de allanamiento otorgada por la jueza Ilda Acosta.
En el patio y el garaje había estacionados tres vehículos: un auto Toyota Premio celeste, con matrícula CET 701, una camioneta Toyota Fortuner negra, placa BGH 004 y una camioneta Dodge Ram roja, con chapa BCK 772.
En un barril ubicado en la parte posterior del patio se encontraron cinco subametralladoras tipo Mini Uzi, calibre 9mm. En otros compartimientos de la casa fueron hallados nueve rifles de diferentes calibres.

También había tres escopetas calibre 12, tres revólveres y una pistola, a más de decenas de cargadores y al menos diez cajas con cartuchos calibre 22, 5.56 y 7.62. Encontraron además un silenciador para fusil y dos vainillas servidas de calibre .50.
Las armas, sus accesorios, los cartuchos y los vehículos quedaron depositados en la sede del Ministerio Público, mientras que los cartuchos servidos fueron remitidos al Laboratorio Balística para el peritaje correspondiente.
ABC