Fernández Lipmann había sido condenado a 7 años de prisión por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, en la causa en la que también había sido condenado Óscar González Daher (fallecido) quien era titular del JEM.
Al inicio del proceso, Fernández Lippmann fue sentenciado a 2 años de pena privativa. No obstante, no fue a prisión, pues los jueces lo beneficiaron con la suspensión a prueba de la ejecución de la condena.
La apelación de la Fiscalía lo llevó a un segundo juicio oral que se desarrolló en esa causa, logrando que el primero fuera anulado por un Tribunal de Apelaciones.
El condenado había sido grabado en varias circunstancias, en su propia oficina del JEM, exhibiendo sucesivas “cocinadas” de expedientes judiciales, en las que quedaron al desnudo la forma como se manejaban las causas y la manera de presión a jueces y fiscales.
El exfuncionario era secretario del exsenador colorado González Daher. El caso de los audios filtrados determinó que ambos sean investigados por la Fiscalía, que desnudó todo un esquema de tráfico de influencias en el JEM.
El Ministerio Público demostró que el exsecretario tenía ingresos legales por G. 20 millones, pero sus bienes alcanzaban los G. 1.400 millones, y a la hora de las explicaciones documentales, el entonces acusado no pudo exhibirlas.
