En entrevista con el programa “Fuego Cruzado”, emitido por Canal GEN/Nación Media, la ministra secretaria general y jefa del Gabinete Civil de la Presidencia, Lea Giménez, abordó las nuevas responsabilidades asignadas por el presidente Santiago Peña, desestimando la noción de “superpoderes” y enfatizando en la necesidad de un reordenamiento estatal.
“El pecado que cometemos es ser ordenados e institucionalistas. Cuando llegamos, analizamos toda la estructura del Gabinete Civil y nos encontramos con un rejunte de decretos”, declaró la alta funcionaria.
Giménez subrayó la importancia de la institucionalidad y la necesidad de organizar la estructura del Gabinete Civil, que previamente se encontraba dispersa y poco delimitada en sus funciones. La ministra aseguró que todas las dependencias, incluyendo la asesoría jurídica de la Presidencia, la asesoría política, la secretaría privada, el despacho de la Primera Dama y la jefatura del Gabinete, operan con igualdad de jerarquía y dependen del Ejecutivo.
En relación con el reordenamiento estatal, Giménez destacó que se tomaron medidas para consolidar los programas sociales dentro del Ministerio de Desarrollo Social, lo que permitirá una medición más precisa de los desembolsos y la eficacia de las asistencias brindadas. También mencionó la aprobación de un préstamo de US$ 600 millones, destinado a saldar una deuda acumulada desde 2020 con sectores como la construcción y los proveedores de fármacos.
La ministra destacó la importancia de restablecer relaciones con estos grupos y honrar los compromisos adquiridos a través de contratos vigentes. Además, Giménez adelantó la posibilidad de importantes novedades en la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú Binacional, gracias al relacionamiento productivo entre el presidente Peña y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Esta renegociación busca convertir a Itaipú en una fuente de energía limpia para impulsar el desarrollo de Paraguay y fortalecer las relaciones pragmáticas en la política exterior del país.
“Nuestra postura es que la Itaipú Binacional comience a pensar en los próximos 50 años, para convertirse en una generadora de energía limpia que brinda desarrollo para el país, apuntalando nuestras potencialidades. Con respecto a nuestra política exterior, el gobierno tiene claro que no quiere perderse en cuestiones ideológicas, sino centrarse en aspectos pragmáticos en beneficio del Paraguay, avanzando regionalmente en nuestras coincidencias”, puntualizó.