La falta de confianza de la ciudadanía hacia la Policía de Investigaciones continúa en aumento, día a día, a raíz de diversos hechos delictivos en los que se ha visto involucrada esta unidad policial. Recientemente, han surgido comentarios y sospechas sobre la posible implicación de funcionarios de investigaciones en casos de asaltos a transportadoras. A esto se suma la alarmante denuncia de varios miembros de esta fuerza por extorsión.
Un episodio reciente ha suscitado aún más inquietud y cuestionamientos. La diputada Liz Acosta se convirtió en víctima de un abuso por parte de estos funcionarios, quienes, de acuerdo a testimonios, intentaron plantar evidencia dentro de su vehículo. La situación se agravó cuando exigieron a la diputada y a todos sus acompañantes que descendieran del automóvil, ignorando completamente su condición de representante nacional y la protección que le otorgan sus fueros.
El caso del diputado fallecido Lalo Gomes ha generado una psicosis en las autoridades, que ahora temen por su seguridad personal. Esta preocupación se intensifica al constatar que el vehículo de la diputada llevaba las placas de la Cámara de Diputados, un hecho que los funcionarios involucrados en este lamentable incidente ignoraron, mostrando un claro desprecio por las normas que regulan su actuación y la protección de los altos funcionarios del Estado. La ciudadanía observa atentamente estos sucesos y exige respuestas y acciones concretas para restaurar la confianza en la institución.