El programa «Hambre Cero» sigue avanzando en Alto Paraná con una implementación eficiente y controlada, beneficiando a miles de niños con alimentación escolar de calidad. A pesar de algunos inconvenientes en la primera semana, las autoridades han logrado estabilizar el sistema y garantizar su correcto funcionamiento.
El director del programa, Enrique Sosa, destacó que los problemas iniciales fueron mínimos y rápidamente solucionados gracias a la intervención de la Gobernación. «Gracias a la comunicación constante con directores y supervisores, junto con el trabajo de fiscalización, logramos corregir cualquier irregularidad y asegurar la calidad del servicio», afirmó.
Compromiso con la comunidad
Uno de los pilares del programa es la selección de madres de alumnos como cocineras, una decisión que fortalece el sentido de pertenencia y responsabilidad en la ejecución del plan. «No politizamos la selección de las cocineras. Nuestro único requisito es que sean madres de alumnos con vocación de servicio», explicó Sosa. Además, destacó que esta iniciativa genera empleo directo para más de 800 personas, impactando positivamente en la economía local.
Apoyo a la producción nacional
El programa también fomenta el desarrollo de la agricultura local a través de acuerdos con productores nacionales. Mediante ruedas de negocios, los agricultores pueden vender directamente sus productos a los proveedores del plan de alimentación escolar, asegurando mercados estables y evitando la compra de productos de contrabando.
«Estamos coordinando con los intendentes para que los agricultores de cada distrito participen en la siguiente rueda de negocios. Esto garantiza que los alimentos provengan de fuentes seguras y beneficien a la economía local», indicó Sosa.
Desafíos y mejoras continuas
A pesar del éxito del programa, recientemente se registraron denuncias sobre la falta de raciones en algunas instituciones. Según Sosa, esto se debió a la variabilidad en la cantidad de alumnos inscritos, ya que las cifras utilizadas al inicio del año escolar no siempre coinciden con la realidad. «Estamos ajustando las entregas según la matrícula actualizada de cada escuela», explicó.
El compromiso de la Gobernación de Alto Paraná con el programa «Hambre Cero» ha sido reconocido como un modelo de eficiencia y transparencia, marcando un ejemplo para otros departamentos del país. Con un control estricto de calidad y una red de apoyo bien organizada, el plan sigue fortaleciendo el acceso a una alimentación adecuada para miles de estudiantes.
