Dos hombres, de 38 y 45 años, llevaron su automóvil Toyota Premio al lavadero «Mi Rancho» en Hernandarias para una limpieza. Sin embargo, al retirarlo, descubrieron que el catalizador había sido sustraído.
De inmediato, denunciaron el hecho a la Policía, y tras una investigación, se confirmó que el robo fue cometido por dos empleados del lavadero: Ricardo Román, de 31 años, y un adolescente de 17 años. Las imágenes del circuito cerrado del local evidenciaron su participación en el delito.
Además, se descubrió que Román tenía una orden de captura pendiente por un caso de violencia familiar.
El robo de catalizadores se ha vuelto un delito recurrente, debido a que estos dispositivos contienen metales preciosos como rodio, paladio y platino, los cuales son altamente cotizados en el mercado negro. La Policía continúa con las investigaciones para esclarecer el caso.
