El conflicto entre mototaxistas y conductores de plataformas, conocidos como motobolt, ha escalado en Ciudad del Este, generando preocupación entre la ciudadanía. Los temores de que esta situación pueda llevar a enfrentamientos violentos aumentan, especialmente si no se logra una solución regulatoria que equilibre la competencia.
El debate sobre la reglamentación de los motobolt se llevará a cabo próximamente en la Junta Municipal, un evento que podría marcar un hito en este conflicto.
René Medina, un mototaxista con 22 años de experiencia, expresó su indignación en redes sociales, señalando: «Estamos en contra de ellos. Venimos trabajando, pagando impuestos, y los motobolt nos están quitando el trabajo. Hay que defender nuestros puestos. Vencer o morir». Esta declaración refleja el creciente descontento de los mototaxistas, quienes argumentan que los motobolt operan sin ningún tipo de regulación, creando una competencia desleal.
Gabriel Samaniego, presidente de la Federación de Mototaxistas de Ciudad del Este (FEMOTA), lidera las demandas ante la Municipalidad. En la próxima audiencia pública, solicitará que se apruebe un proyecto de ordenanza que regule a los motobolt. “No estamos en contra de su trabajo, pero exigimos que cumplan con los mismos controles que nosotros”, afirmó Samaniego, recordando que los mototaxistas deben afrontar rigurosas inspecciones vehiculares, presentar antecedentes policiales y contar con seguros para pasajeros.
Los mototaxistas han señalado que, a diferencia de la FEMOTA, los motobolt carecen de organización y no cumplen con requisitos de seguridad, lo que pone en riesgo a los usuarios. “No respetan paradas y algunos ni siquiera usan casco”, criticó Samaniego.
Por otro lado, los conductores de motobolt han rechazado las acusaciones de sus homólogos, argumentando que su servicio es preferido por ser más económico y práctico. “Los mototaxistas deben modernizarse y ofrecer un mejor servicio para competir”, manifestaron.
La creciente tensión entre ambos sectores inquieta a la población, que teme que la falta de una solución clara lleve a enfrentamientos. Todos los ojos están puestos en la próxima discusión en la Junta Municipal, donde se decidirá el futuro de este conflicto y sus repercusiones sobre el transporte y la convivencia en Ciudad del Este.