Medio centenar de indígenas y paraguayos atacaron a un grupo de guardias de seguridad de la empresa privada Mayor JR, en la madrugada de ayer, que custodiaban la estancia KLM, propiedad de Newton Salvaty, en Itakyry.
La Policía investiga la vinculación de los nativos con una organización criminal relacionada al narcotráfico, que les estarían proveyendo de armas, según fuentes.
Un guardia falleció y otros tres resultaron heridos, mientras que, entre los nativos, hubo dos heridos de bala con fractura de huesos, según la Policía Nacional. Cuando los uniformados llegaron a la propiedad, también fueron recibidos a tiros. Los nativos poseían rifles, pistolas calibre 9 milímetros, escopetas y revólveres. Además, se quedaron con las escopetas de los guardias de seguridad.
EL ATAQUE. El incidente ocurrió en la propiedad de la firma KLM, –asediada por distintos grupos de indígenas Ava Guaraní desde el año 2012–, alrededor de las 03:30, cuando una horda de indígenas y paraguayos atacó a los diez funcionarios de la empresa de seguridad privada que estaban en un galpón, en un extremo del inmueble, que linda con dos comunidades indígenas.
Los guardias estaban custodiando la propiedad, pero fueron rebasados en cantidad de hombres y armas, atendiendo a lo revelado por uno de ellos, identificado como Elvio Bareiro. Este relató que cuatro se mostraron de frente a sus compañeros, mientras que cerca de cincuenta los atacaron por atrás, aplicándoles golpes con palos y machetes.
“Pidieron armas, teléfonos y dinero, lo que teníamos. Yo me escondí, pero vi que le estaban jugando mucho ya a los compañeros y le pedí que me cubran y pude rescatar a uno de los heridos. Me pegaron mucho”, afirmó Bareiro.
Solo pudieron rescatar a uno bajo riesgo de vida, otro fue tomado de rehén, mientras que otros tres corrieron hacia el bosque.
VÍCTIMAS. A consecuencia de los golpes y heridas perdió la vida Marcos Pérez Aquino, mientras que su padre, Pastor Pérez, está internado en el Hospital de Trauma de Ciudad del Este, con una herida con machete en el cráneo. Otros dos acusaron golpes, sin internación.
Los nativos detenidos, ya alrededor del mediodía de ayer, son Pedro Martínez Ramírez (45), Elías Benítez Villalba (19), en Caaguazú, así como Feliciano Benítez Duarte (47), en Hernandarias, todos ellos indígenas de la comunidad Tekoha Porã, de Itakyry. El joven Elías Benítez acusó cinco heridas con arma de fuego en la pierna, con fractura, mientras que Pedro Martínez tiene una herida en el muslo y fractura en el fémur.
Una camioneta de la marca Nissan, Navara, propiedad de Mayor JR, fue llevada por los nativos, quienes también tomaron como rehén a Marcos Pérez Aquino, tras el ataque, según el guardia de apellido Bareiro. El vehículo fue abandonado ya cerca de las 7 de la mañana, con el herido, cerca del lugar donde estaba guarecido el resto de los guardias y cuando lo trasladaban al Hospital Distrital de Itakyry, la víctima falleció en el trayecto.
Una dotación policial del Grupo Especial de Operaciones (GEO), llegó a la propiedad alrededor de las 07:00 de la mañana y fue recibido a tiros. La patrullera fue alcanzada por tres proyectiles y los agentes señalaron que tuvieron que efectuar disparos también hacia la zona boscosa donde estaban parapetados los atacantes. Se desconoce si los indígenas heridos fueron baleados en el tiroteo con los agentes o fue en el ataque a los guardias privados.
El conflicto se sostiene sobre reiteradas extorsiones
La propiedad, ubicada a unos 20 kilómetros del centro urbano de Itakyry, a unos 150 kilómetros al norte de Ciudad del Este, linda con la comunidad indígena Ava Guaraní Paso Cadena, una comunidad que cuenta con todos los servicios básicos y casi mil hectáreas de tierras donde tienen sus cultivos.
Desde el año 2012 ya hubo varios desahucios con órdenes judiciales de los nativos que ingresan al inmueble y no le dejan trabajar a los funcionarios. El último desahucio se realizó en noviembre del año 2023, año en el que los líderes de la comunidad realizaron una denuncia contra miembros de la propia comunidad ante el Ministerio Público, pidiendo la intervención y detención de los involucrados en hechos delictivos, según recordaron ayer en la estancia.
Los indígenas con frecuencia extorsionan a los productores y camioneros que recogen granos en la propiedad, además de reclamar tierras ancestrales, pero esta vez el cacique Dionicio Vargas desautorizó a los involucrados, que no pasarían de cuatro personas de su comunidad.
Los investigadores temen que el líder de la comunidad sufra represalias por parte de los revoltosos, a pesar de que cuenta con el apoyo del resto de los nativos.
“En el año 2021, ellos entraron en plena cosecha en la propiedad. Entonces, los indígenas le cobraban un peaje por cada camión de soja que cosechaban en su misma propiedad”, afirmó Blas Villalba, abogado de KLM.
“Hay constantes amenazas que van a entrar, exhiben armas de fuego y a veces entran un ratito, se le paga y otra vez salen. Así están toda la hora. Es un grupo que está para delinquir con algunos paraguayos”, agregó.
La extorsión a sojeros se estaría aplicando al menos en cuatro comunidades entre el Alto Paraná y el Departamento de Canindeyú, no solamente en KLM.