En un acto que generó indignación ciudadana, los concejales de Hernandarias aprobaron un incremento de 2 millones de guaraníes mensuales en sus dietas y gastos de representación. Esta decisión fue tomada poco después de anunciar, de manera controvertida, recortes en rubros destinados a justicia y publicidad, lo que había sido presentado como una medida de austeridad.
La situación se agrava por el retraso en los salarios de los funcionarios municipales, atribuible a la superpoblación de personal contratado bajo influencia política, en su mayoría por los propios concejales colorados. A pesar de los esfuerzos del intendente Nelson Cano por reducir estos costos mediante la desvinculación de empleados, la presión y extorsión ejercida por los concejales lo impidieron, exacerbando la crisis financiera de la Municipalidad.
Ahora, ante la falta de recursos, la administración municipal debe recurrir a préstamos bancarios para cubrir necesidades básicas, incluyendo el pago de salarios. La ciudadanía, indignada, califica a este cuerpo de concejales como uno de los peores en la historia reciente del municipio, y muchos exigen que ninguno de ellos sea reelegido en futuros comicios.